La gestión del agua puede ser directa, indirecta o mixta, según la ley
Tal y como señala Naciones Unidas, “los gobiernos deben garantizar el derecho al agua con independencia de quien preste el servicio”. Naciones Unidas y distintas ONG´s han juzgado como imprescindible el papel del sector privado en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2015-2030.
El agua nunca se privatiza, siempre es de dominio público
La ley señala que “...los servicios públicos de competencia municipal habrán de gestionarse de la forma más sostenible y eficiente entre las siguientes”:
El establecimiento de la gestión de los servicios de agua urbana es siempre competencia municipal
Distintos relatores de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han señalado que los gobiernos deben garantizar el derecho al agua y saneamiento, con independencia de quién preste el servicio y que mucha gente no tendría acceso al agua potable sin la participación privada.
La ONU cita la colaboración público-privada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible:
Fomentar y promover la constitución de alianzas eficaces en las esferas pública, público-privada y de la sociedad civil, aprovechando la experiencia y las estrategias de obtención de recursos de las alianzas
El modelo español se caracteriza por la complementariedad y convivencia público-privada. El sistema español de gestión del agua ha sido y es fuente de inspiración para otros países, tanto en la región Mediterránea como en otras latitudes donde los retos de la gestión del agua son similares a los nuestros.
La distribución de la población abastecida por entidades de carácter público, privado o mixto se mantiene en equilibrio(*).
Mapa según estudio sobre 35 ciudades españolas 2017 (FACUA):
La gestión de los recursos hídricos es una actividad estratégica en el desarrollo económico, proporcionando un entorno apropiado para el desarrollo de todo tipo de actividades y el crecimiento de los núcleos urbanos y de las poblaciones rurales. De esta manera, llevar a cabo una buena gestión del agua, no solo repercute en un buen servicio para la ciudadanía en relación con todas y cada una de las fases del ciclo del agua, sino también contribuye a la generación de riqueza y tiene un impacto positivo en el conjunto de la sociedad.
Al final lo que interesa al ciudadano es disponer en casa de un servicio del agua excelente, de calidad y para todos, que les ofrezca seguridad y bienestar, respetuoso con el medioambiente y financieramente sostenible, independientemente de quién preste dicho servicio.
Fuentes:
(*) XIV Estudio Nacional de Suministro de Agua Potable y Saneamiento en España 2016 de la Asociación Española de Abastecimiento y Saneamiento (AEAS).
Estudio sobre las tarifas del suministro domiciliario del agua en 35 ciudades españolas 2017 (FACUA)